luz
Posted by Pavel eSe in Stanley Kubrick, zlibros on lunes, 13 de agosto de 2012
Justamente la falta de sentido de la vida obliga al hombre a crear su propio sentido. Los niños, obviamente, empiezan la vida con un sentido de asombro impoluto, una capacidad de experimentar alegría total por algo tan sencillo como el verde de una hoja; pero al crecer, la conciencia de la muerte y la decadencia empieza a impregnarse en ellos y a sutilmente erosionar su joie de vivre , su idealismo –su asunción de inmortalidad. Al madurar un niño ve la muerte y el dolor que lo rodean en todos lados, y empieza a perder fe en la bondad última del hombre. Pero si es razonablemente fuerte –y afortunado– puede surgir de ese crepúsculo del alma a un renacimiento del elan de la vida. Tanto por esta conciencia del sinsentido de la vida como a pesar de ello, puede forjar una sensación fresca de afirmación y propósito. Tal vez no vuelva a capturar la misma pureza sensorial de asombro con la que nació, pero puede dar forma a algo más duradero y sostenible. El hecho más terrorífico del universo no es qu éstee sea hóstil e indiferente; sino que si podemos conciliarnos con esta indiferencia y aceptar el desafío de la vida dentro de la frontera de la muerte –no importa cuán mutable el hombre pueda hacerlos — nuestra existencia como especie puede alcanzar genuino significado y realización. No obstante lo vasto de la oscuridad, debemos de proveer nuestra propia luz.
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