un soplo II

Existe un universo de pequeñas cosas (de grandes cosas) que sólo se despiertan, cobran sentido, cuando las nombramos, cuando les damos formas y contornos con nuestras PALABRAS.

Esas PALABRAS (que no letras) que ya existían al principio de los tiempos. Esas, por cuyo medio fueron encontrando su voz todas las cosas y sin las que no se hizo nada de todo lo que existe. Las que nos dan luz sobre todo aquello que nos rodea y nos permiten transformar la realidad.