Gemidos

Yo canto, canto sin querer, necesariamente, irremediablemente, fatalmente, al zar de los sucesos, como quien come, bebe o anda, y porqué sí; moriría si no cantara, moriría... Los cantos de mi lengua, tienen ojos y pies, ojos y pies, músculos, alma, sensaciones, grandiosidad de héroes y pequeñas costumbres modestas...

Pablo de Rokha
Gemidos, 1922